En Tarot no existe ningún elemento que no tenga una identidad semántica o interpretativa. Tanto las figuras, las cuales tienen un trasunto, como ya se ha visto, vinculado con distintos arquetipos universales, como los números de cada carta, que presentan claras alusiones a la numerología y los llamados zefirot, como la leyenda que figura y defina a cada Arcano Mayor a sus pies, tienen un significado profundo y concreto.
De igual manera ocurre con los colores. Repito, nada se deja al azar en el Tarot, todo tiene una intencionalidad o una simbología profunda y aleccionadora. Se podría decir que el Tarot presenta un universo de colores muy definidos y con una simbología precisa y universal, también.
Se podría decir que los colores tienen su propio código, su lenguaje o su semántica, y son los que son para comunicar o transmitir un mensaje o un contenido que el lector tiene que saber interpretar. Es cierto que en distintas versiones podemos encontrar alguna variante, quizá no muy importante, pero sintomática de un momento o un autor de una época precisa. Suelen ser pequeños detalles los que varían (fondos o superficies), pero en líneas generales se podría decir que la entidad cromática de las figuras se mantienen en los distintos tipos de Tarot.
Los siete colores básicos del tarot
Se podría decir que la tradición se ha mantenido en el uso de siete colores básicos, en cuanto al Tarot: rojo, azul, verde, blanco, negro, amarillo y color carne. Existe también la posibilidad de distintas variantes cromáticas del mismo rango de color, por ejemplo azul cielo, celeste, gris, ocre, anaranjado; sin embargo, repito una vez más se mantienen los mismos patrones cromáticos en las distintas versiones del Tarot. De manera breve, esbozaremos las significaciones básicas de cada color:
- El blanco es un color asociado con la divinidad para muchas culturas y religiones, lo cual implica alusiones místicas o de moral, dentro del Tarot. También es un color de cambio, de inciación, de revelación o incluso de sabiduría, también de iluminación.
- El negro, es sintomático de muerte, de vacío de duelo pero también de fertilidad en el mundo del Tarot. Es un color ambiguo, ya que determina y define a la muerte, pero también a la fertilidad. Puede ser una alegoría en cuanto a la muerte de una ilusión. El negro, por ejemplo, predomina más en el Tarot de Noblet que en el resto de las versiones.
- El rojo aludirá a conceptos como la fuerza, el coraje, la agresividad, la pasión y la sexualidad. Es el color de la sangre, de las llamas y de lo temperamental. En general simbolizará la acción frente a cuestiones espirituales o trascendentales. Cuando aparece asociado al color azul simboliza una intensa pasión, con el verde representará la fuerza y las energías de la naturaleza.
- El color amarillo hace referencia a elementos como la riqueza, la nobleza, el intelecto, la razón, la ciencia y cualquier otro tipo de conocimiento. Los símbolos donde prevalece este color implican una supremacía del equilibrio,d e la reflexión y de una inteligencia razonadora. También es un color que simboliza la esperanza.
- El color carne, aparecerá siempre vinculado a lo humano. Es la apariencia de las personas, incluso en cartas como la Muerte o La papisa, es un color que está presente. Es por lo tanto un color universal e igualador. Representa por tanto la presencia material del ser humano y también asuntos terrenales y cuestiones vinculadas con la condición humana (deseos, tribulaciones, miedos, esperanzas, etc)
- El verde. Es un color que simboliza vigor, esperanza, juventud y belleza, incluso para algunas tradiciones, el verde viene asociado al mundo acuático y al de las plantas. Es un color que transmite energía y desarrolla la potencialidad de la persona. El verde es color del trabajo y del triunfo laboral, también puede simbolizar la fecundidad en el plano laboral
- Por último, el azul, viene a significar lealtad, justicia, sabiduría, espiritualidad, intuición o amor platónico. Éste es un color pasivo, es color del infinito y de la serenidad, de una gran fuerza interior que representa la acción positiva del espíritu. Significará también inspiración espiritual y un amor platónico, tanto de naturaleza mística como terrenal.