Este Arcano, el décimo del grupo de los Mayores, está compuesta por el dibujo de una rueda de 6 radios, con un conejo, subiendo por el lado derecho y un mono bajando por la izquierda. Esta carta representa lo cíclico de lo eterno, de aquello que no tiene ni principio ni final. Es también alegoría de la transformación, del movimiento y de todo proceso vital o espiritual. El mono presenta sus manos atadas y viene a simbolizar a aquellas personas poco inteligentes y que se dejan llevar por el destino. El conejo, por el contrario, sube astutamente y no se lleva a confusión. En el extremo derecho de la rueda existe una manivela, que viene a significar la esencia de un ser supremo que es quien maneja todos los mecanismos del destino y por lo tanto, de las personas. La superficie está representada por un suelo arado, lo cual viene a significar que cada uno recolectaremos aquello que sembremos en función de nuestra suerte y nuestro destino. Sobre la Rueda se ubica una figura, un ser con una corona, que representa el éxito y la buena fortuna de aquellos que saben moverse y aprovechar las oportunidades que le brinda el destino. Para muchos esta figura viene a ser el propio diablo.
En cuanto a su significado, es podría decir que la rueda de la fortuna es un Arcano dinámico, denota movimiento y viene a señalar la rapidez en cuanto a la consecución de metas y de sorpresas propiciadas por el destino.
En la cábala antigua, este elemento viene asociado con Yoth, con el signo de Capricornio, con el planeta de Saturno y en cuanto a la numerología, aparece vinculado con el 10. Este número es crucial en cuanto al significado ya que 10 (1+2+3+4) aspira a la totalidad del cosmos, ya que, de esta manera 1 es Dios; 2 es la materia; 3 representa el mundo físico y el 4 apela a la reproducción)
En cuanto al rango esotérico, este elemento viene asociado con Virgo, con el elemento Tierra y en cuanto a estación, se le vincula con el Otoño.
Significado de la Rueda de la Fortuna y su interpretación
Su significado, dentro de un plano espiritual, está vinculado con la ley universal, con el ciclo de las existencias y con la propia evolución de los hechos o incluso con la trascendencia de los pensamientos y su vinculación con las experiencias.
En cuanto al plano anímico, simboliza tanto equilibrios como contradicciones, aquello que supone un movimiento, ya sea para evolucionar, o para retrotraerse a un estadio o nivel de pensamiento inferiores.
En cuanto a sus interpretaciones, la Rueda de la Fortuna quizá sea uno de los Arcanos Mayores más complicados por lo ambiguo de la propia alegoría semántica de la carta. Siempre este Arcano Mayor, muestra su dependencia del destino, nuevamente y mucho más en este caso, se hacen esenciales las cartas más próximas a él para concretar el significado último de este elemento.
Por otro lado, este elemento suele estar asociado a personas con suerte o con mala suerte, una persona que no domina lo que le depara el destino, dando como resultado una personalidad voluble y que se deja llevar por el destino. También es cierto que nos puede prevenir de una situación inestable, pero rica en posibilidades y vías de evolución, o de involución, también, siempre las cartas que acompañen a este elemento vendrán a definir qué elementos o que partes de adscriben a estas características.
En el amor, esta carta denota cambios intensos y apasionados en la vida de pareja. Si no se tiene, es muy posible que aparezca la posibilidad de encontrar a alguien que le haga vivir el amor de una forma intensa y pasional.
En cuanto a su posición invertida, La Rueda de la Fortuna nos avisa de cambios, siempre, pero negativos la mayoría de las veces. Tanto en el amor, que vendrá a denotar confusión de ideas, necesidad de consejos y una evolución negativa de nuestra relación en pareja, como en otras cuestiones como salud, previniéndonos de posibles afecciones estomacales o de nervios, o en el trabajo o en cuestiones monetarias, las cuales, en virtud de esta carta, se prevén inconstantes, dificultosas y quizá carentes de sentido en muchas ocasiones.